jueves, 6 de julio de 2006

Poker

Entre los primeros puestos de mi lista de bajas pasiones se encuentra el poker. Y cuando digo baja me refiero a que la vivo con un interés y una intensidad que otras personas considerarían inapropiado. En primer lugar, me gustaría desmitificar el poker como ese juego de bajos fondos, de timbas mafiosas y sótanos húmedos. Os puedo asegurar que yo no he apostado en ninguna partida las llaves del coche ni las escrituras de la casa; el cine ha hecho mucho por dar al mundo del poker esa imagen de despilfarro y extremos que no tiene nada que ver con el juego del poker (al menos no al nivel en el que cualquier aficionado se puede mover). Es cierto que se apuesta mucho dinero en determinadas partidas, pero normalmente todo está muy reglado, muy controlado y el juego es extremadamente profesional.

Hace algo así como dos años que jugué mi primera partida de poker online, en la modalidad de Texas Holdem y con una hoja impresa al lado del ordenador con el valor de cada jugada. Pensé que ni de coña encontraría divertido aquello, a pesar de mi afición por los juegos de cartas (echo de menos a la familia Bantú, snif), pero me equivóqué, y mucho. La mayoría de las salas de poker online ofrecen multitud de torneos, mesas de juego, distintas modalidades y oportunidades para ganar puntos canjeables por dinero o regalos. A medida que tu habilidad y conocimiento del juego mejora, son más las opciones de ganar alguna partida y poco a poco vas ampliando también las posibilidades de ganar algo más allá del reconocimiento meramente virtual. Eso hace del poker un juego altamente adictivo.

Aunque yo no me haré rica jugando al poker, he encontrado cierta comodidad entre el gremio de jugadores y una infinita satisfacción, como ocurre en cualquier juego, cuando ganas una partida. Como en todo deporte, es importante conocer al adversario, intuir sus posibles movimientos y analizar sus jugadas para ver con qué tipo de jugador te enfrentas. La dinámica del poker es demasiado amplia como para explicar aquí el desarrollo del juego en una mesa, pero la mayoría de los expertos y de los mejores jugadores de poker del mundo sitúan sus antecedentes en el ajedrez, las damas y sobre todo, el backgammon, con parte de estrategia, una gran dosis de inteligencia y otro tanto de pura suerte.

En mi periplo por los mundos de la baraja francesa (acompañada por GeekDraz) he aprendido muchísimo no sólo jugando, sino también viendo torneos en televisión y estudiando el comportamiento de cada jugador apostando sumas realmente importantes en mesas de High Stakes. Y en todo este tiempo también he seleccionado un grupo de profesionales favoritos, entre los que se encuentran Daniel Negreanu, Sammy Farha o Annie Duke, considerada una de las mejores jugadoras del mundo.

Otro día comentaré mis experiencias con otras modalidades de poker como el Omaha o el 7Stud, que me encantan pero en las que soy francamente mala, y las anécdotas de algunas partidas en vivo que celebramos de vez en cuando con unos amigos.

3 comentarios:

  1. jajaja eu tentei moitas veces aprender, pero son un desastre... que conste que me gusten os xogos de cartas e boas tardes pasei cos avoíños xogando á brisca ou á escoba (eles si que sabían!) ou ao "uno" cos meus primos en francia... a min as barallas sempre me encantaron, pero sobre todo para facer castelos de naipes:) e que conste que agora empezan a interesarme para ler nelas o destino. coido que ten razón un dos meus coñecidos do fotolog e que leo demasiado a jodorowsky. pertiñas, ceo:)) e mentres sigas sendo moderada, non hai dúbida... viches "o home do brazo de ouro"? coméntoa de paso algún domingo no fotolog. mira no arquivo. frank sinatra é un mestre diso que ti falas... pertas again!

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  2. Jaja, no vi la peli, pero sí q vi tu post hace ya un tiempito, lo revisaré :)

    bezitos

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  3. saúde, raíña. anda, pásate por /thewildbunch e ponlle un post a carliños. que nin el se visita!:) bicos!

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