domingo, 26 de agosto de 2007

Juego de niños

Hace años leí “Pequeñas infamias”, de Carmen Posadas, y recuerdo que me gustó mucho y me sorprendió por su realista narrativa a pesar de tratarse de una especie de novela de misterio actual. Cuando leí la solapa de “Juego de niños” (2006) me llamó la atención y me lo compré en edición de bolsillo, confiando además en el buen hacer de su autora para propiciar sin duda una importante dosis de entretenimiento.

Y me alegro de no haberme equivocado. “Juego de niños” es una novela de intriga, en la que la protagonista es una escritora que escribe un libro dentro del propio libro, situación que como ya he comentado alguna vez me resulta especialmente cercana y agradable a la lectura. Ese recurso de convertir al protagonista de su obra en un escritor con semejanzas a veces muy marcadas consigo mismo ha sido ampliamente utilizado en la literatura y personalmente creo que cuando esa situación se narra con acierto resulta de lo más interesante y estimulante. Como autora de exitosos best-sellers de misterio, Luisa Dávila se concentra tanto en su trabajo y en las posibilidades de lo que le rodea como material literario que olvida a su hija Elba, una extraña preadolescente que ha crecido sin padre y cuyo comportamiento dista bastante del de una niña normal de 12 años.

Los hechos de la infancia de la escritora se entremezclan con el presente de su propia hija, ambos marcados por la muerte de un compañero de clase. Lo que en un principio no podía ser sino un accidente comienza a convertirse en una maraña de macabras teorías desde el punto de vista de Luisa que, sin quererlo del todo, asume ciertas verdades como ficciones para sus novelas negras. Las similitudes entre el pasado y el presente, las suposiciones de la escritora, lo que pudo ser y no fue, lo que todos creen que ocurrió pero no fue así… todo en conjunto produce una inquietante situación en la que el lector al final tampoco alcanza a diferenciar qué parte pertenece a la imaginación de la protagonista y cuál tiene lugar realmente en su vida.

Tanto la narrativa como el esbozo de cada personaje demuestran la inteligencia de la uruguaya Carmen Posadas a la hora de crear escenarios y situaciones reales, cercanas a la gente de a pie que se puede identificar con determinadas acciones o pensamientos de sus protagonistas. Así consigue una implicación del lector mucho más intensa que en otras novelas, sobre todo dentro del género de misterio que ya pocas veces sorprende. En este caso el final constituye una visión general de lo que pudo ocurrir, sin dejar del todo claro si ocurre dentro del libro que escribe Luisa Dávila o del que leemos escrito por Posadas. El abanico de culpables se va cerrando hasta que inexorablemente se dirige hacia una única persona, que obliga a la escritora ficticia a replantearse todas sus cábalas sobre la evolución de la maldad infantil y sus consecuencias en la edad adulta.

A pesar de la corrección general en todos los aspectos literarios, tengo que dejar constancia de una queja en lo referente a las erratas e incluso errores ortográficos: me parece vergonzoso que pongan a la venta un producto que cuesta un dinero y que no cuiden hasta el más mínimo detalle su edición. En uno de los párrafos se puede leer la frase “la suerte está hechada”, que creo que es lo más grave que he leído sin que constituya error de imprenta en una obra publicada y revisada ya no sólo por su autor sino también por uno o varios editores. Además, en el Copyright de la solapa interior figura la fecha 1996, cuando la novela se publicó por primera vez en 2006, todo ello acompañado de no menos de una docena de erratas en el texto. Me gustaría saber si en la edición que no es de bolsillo y cuesta 15 ó 20 euros también figuran esos errores o sólo se lo permiten en las ediciones baratas, lo que significa en cualquier caso una falta de respeto hacia el comprador/lector desde mi punto de vista.

Del resto, la novela merece la pena, es entretenida y está escrita con mucho ritmo y divertidos toques de humor contemporáneo. Tiene capítulos muy adictivos y extensas referencias a actitudes reconocibles para todos aquellos que nos dedicamos, aunque sólo sea como aficionados, al insigne arte de escribir.

2 comentarios:

  1. No lo conocía el libro. No estoy en una época muy lectora, serán los exámenes.
    Se me acumulan los libros por leer!

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  2. No sé por qué pero me da que Carmen Posadas es una autora que llama más a las mujeres que a los hombres. De todos modos, yo llevaba unos días que tampoco leía demasiado: mucho cansancio y otras ocupaciones supongo que tienen la culpa, aunque estoy intentando ponerle remedio y releer un par de clásicos que tengo por ahí pendientes antes de volver a leer solamente apuntes de oposición. Ya comentaré :)

    saluditos!

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